El Malamute de Alaska realmente no es un perro mascota. Es un perro muy bello; su pelo y apariencia nórdica son sumamente atractivos, pero su disposición no es la de una mascota para el mundo contemporáneo. Es muy fiel a la familia pero también es muy amistoso con todo el mundo, lo cual lo descalifica de guardián y protector del hogar. Luce feroz, y lo puede ser, pero usualmente sólo actúa cuando él lo estima apropiado que no es siempre contra las visitas indeseables. Esta raza se caracteriza por no ser "perro de un sólo dueño".
Es muy cierto que no hay mejor compañía que este perro para aquellos que viven en países fríos y desarrollan una vida a la intemperie, como la cultura Inuit en Alaska, los leñadores, mineros, cazadores, etc. Era empleado como perro de trineo pesado en invierno y perro de carga en el verano; funciones para las cuales no tiene rival. Pero no para la mayoría de nosotros, y mucho menos para los que vivimos en la ciudad. Aunque se adapta perfectamente bien a la vida en la casa o apartamento. Tampoco es un perro niñero. Usualmente es tolerante de los abusos infantiles, pero no se le debe de confiar del todo.
Debido al tamaño y fortaleza debe de ser entrenado propiamente. Es esencial que el amo sea comprensivo y algo dócil pero firme; desde temprana edad hay que hacerle ver quien es el jefe de la manada. Aunque es muy común en el Malamute aplicarle términos diferentes a la relación; en vez de ser de amo y perro, como lo es en muchas de las otras razas, el Malamute demuestra una determinación bastante persistente, y muchas veces irremediable, que la relación es una asociación de mutuo beneficio. Hará todo lo posible por complacer a su socio, siempre y cuando el no tenga que cambiar su forma de ser.
Un dato curioso es que los criadores profesionales de esta raza no están interesados en hacer de ella un perro mascota de acuerdo a las especificaciones deseadas por el público en general. El criterio es que el Malamute de Alaska debe de permanecer tal y como sus requerimientos originales lo hicieron: un perro de trineo y carga capaz de ejercer su labor en temperaturas congeladas y ser resistente a todas las incomodidades de tal función. Tanto que para muchos de estos criadores son tan importantes las competencias de comportamiento como lo son las de forma. Lo cual es una garantía para el resto de nosotros que esta es una raza que no perderá sus instintos y resistencia a cambio de nuestras comodidades.
Se le debe ejercitar diariamente. El pelo con una cepillada diaria, siempre que no sea un clima muy caluroso, a de ser suficiente. Este perro se adapta bien a climas que no son tan fríos como el de Alaska, pero tampoco se debe de abusar. Un poco más de atención en el pelo, agua siempre fresca y un lugar con sombra donde pueda descansar si así lo desea. En tal caso el ejercicio debe de ser de acuerdo a lo que el perro pueda hacer sin fatigarse; no trate de probar si el perro puede o no lograr una marca. En su ambiente natural probablemente ni usted ni nosotros podamos sobrevivir por más de unos minutos, mientras que a su perro no hay quien le siga el paso. |